Miles de salvadoreños salieron a las calles durante este fin de semana para manifestarse en contra del gobierno del presidente Nayib Bukele, en un movimiento que refleja la preocupación por la concentración de poder, medidas de seguridad y cuestionamientos a la independencia judicial en el país.
Los manifestantes, entre ciudadanía, líderes comunitarios y organizaciones sociales, demandaron mayor transparencia en el manejo de los recursos públicos y garantías al respeto de las libertades fundamentales. Durante las marchas se observaron pancartas, consignas y cánticos que pedían reformas institucionales y fiscalización de actos gubernamentales.
La policía de El Salvador reportó que las protestas se desarrollaron de manera mayoritariamente pacífica, aunque algunas avenidas principales tuvieron que ser cerradas temporalmente para garantizar la seguridad de los participantes. Líderes de la movilización advirtieron que continuarán con jornadas de presión hasta obtener respuestas claras del gobierno.
Analistas políticos señalan que estas manifestaciones evidencian un creciente malestar ciudadano y la necesidad de fortalecer los mecanismos democráticos en el país. El gobierno de Bukele, por su parte, reiteró su compromiso con la seguridad y el orden público, llamando al diálogo con los sectores críticos.