El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el adelanto oficial de las celebraciones navideñas en todo el país, decretando que la temporada iniciará en septiembre con el encendido de luces, ferias y actividades culturales. La decisión, presentada como una medida para “llevar alegría al pueblo venezolano” ha generado opiniones encontradas en medio de la compleja situación política, económica y social que enfrenta la nación.
El gobierno bolivariano justificó la medida como un “respiro” para las familias venezolanas y un impulso a la economía interna, en especial a los sectores del comercio y el turismo. Sin embargo, críticos señalaron que la estrategia busca desviar la atención de los problemas cotidianos como la inflación, la escasez y las tensiones derivadas del despliegue militar anunciado recientemente en zonas caribeñas.
Maduro, acompañado de su gabinete cultural, afirmó que este adelanto de las fiestas pretende fortalecer la unión nacional. En diversas ciudades del país ya se preparan ferias de productos navideños, conciertos populares y encendidos de árboles monumentales.
Mientras tanto, analistas advierten que la medida podría tener un trasfondo político, al coincidir con un clima de incertidumbre interna y con la proximidad de nuevas jornadas de movilización social. Pese a ello, miles de venezolanos han comenzado a sumarse a la propuesta, vistiendo calles y plazas con luces y villancicos, en una Navidad que este año llegó tres meses antes.