Ciudad de México— En lo que será recordado como uno de los conciertos más icónicos de los últimos tiempos, Shakira cerró con broche de oro su serie de 12 shows agotados en el Estadio GNP Seguros durante la gira Las Mujeres Ya No Lloran World Tour. Cada presentación reunió a unas 65 mil personas, lo que suma un total impresionante de 780 mil almas coreando y vibrando al ritmo de cada éxito.
La velada final no fue solo un cierre más, fue una celebración de la música, la feminidad y la complicidad con el público mexicano. Entre luces, saltos y emoción, Shakira dedicó palabras que conmovieron: “Buenas noches México. Mi último concierto en la Ciudad de México. De verdad que 12 conciertos en el Estadio GNP… ni en mis mejores sueños.”
Uno de los momentos más explosivos llegó cuando invitó al escenario a Danna Paola, con quien interpretó “Soltera”. La unión de ambas artistas generó un estallido de aplausos, demostrando la fuerza del talento femenino en la música latina y confirmando que el show fue también una fiesta intergeneracional.
Pero las sorpresas no terminaron ahí. Shakira rindió homenaje a México interpretando el clásico “Sombras nada más” de Javier Solís, acompañada de mariachi. El gesto emocionó hasta las lágrimas a miles de asistentes, quienes ondeaban banderas mexicanas y cantaban al unísono, en una comunión que convirtió el estadio en un solo corazón vibrando.
La producción fue monumental: pantallas gigantes, coreografías electrizantes y un setlist que recorrió todas las etapas de su carrera, desde “Ojos Así” y “La Tortura” hasta sus himnos más recientes como “Acróstico” y “BZRP Music Sessions #53”. Cada canción era coreada con la fuerza de quienes crecieron con su música y hoy transmiten ese legado a nuevas generaciones.
En redes sociales, el concierto se convirtió en tendencia inmediata. Miles de usuarios compartieron videos con hashtags como #ShakiraEnCDMX y #LasMujeresYaNoLloran, mientras fanáticos de todo el mundo destacaban que México se consolidó como el epicentro de esta gira. El cierre no solo rompió récords de asistencia, también selló la relación única que la cantante tiene con el público mexicano.
Con este maratón de presentaciones, Shakira no solo impuso un récord histórico en la capital del país, también dejó una lección clara: su música trasciende generaciones, géneros y fronteras. Más que un concierto, fue una experiencia colectiva de identidad, orgullo y conexión. Un momento que confirma por qué Shakira sigue siendo, sin duda, la loba que conquista escenarios y corazones por igual.