Un operativo militar de Estados Unidos en aguas internacionales del Caribe dejó como saldo 11 personas muertas al impactar contra un barco señalado por las autoridades norteamericanas como parte de las operaciones del grupo criminal Tren de Aragua. El ataque, confirmado por el presidente Donald Trump, se enmarca en la estrategia de reforzar el control marítimo en la región contra el tráfico de drogas.
El mandatario estadounidense aseguró que la embarcación transportaba narcóticos con destino a Norteamérica y difundió imágenes del momento en que el navío fue destruido por un proyectil. “Es un mensaje claro: ningún criminal estará a salvo en nuestras aguas”, declaró, al tiempo que calificó la acción como un éxito de su política de seguridad.
Desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro condenó el ataque al calificarlo como un acto de agresión contra Venezuela y una amenaza directa a su soberanía. Advirtió que el país responderá con firmeza ante cualquier incursión extranjera y acusó a Washington de utilizar al Tren de Aragua como pretexto para justificar una escalada militar en la región.