En representación del gobernador Alejandro Armenta, el secretario de Anticorrupción y Buen Gobierno, Alejandro Espidio, encabezó la ceremonia conmemorativa en la capital poblana. Durante su mensaje, evocó el episodio que inmortalizó al llamado Héroe del Perdón: la liberación de más de 300 prisioneros en 1812, luego de la ejecución de su padre, Leonardo Bravo. “Ese acto no fue debilidad, sino la expresión más alta del humanismo que no se alimenta del odio, sino de la justicia”, subrayó.
Espidio recordó que Bravo asumió tres veces la Presidencia de la República de manera provisional, siempre anteponiendo el bien común a las ambiciones personales. Además, destacó su papel en la defensa de la soberanía nacional durante la invasión estadounidense de 1847, donde participó directamente en la Batalla de Chapultepec.
Finalmente, el funcionario aseguró que los valores históricos de Nicolás Bravo siguen vigentes y se reflejan en la visión del gobierno. “La historia nos exige rectitud, respeto al derecho y compromiso con el pueblo. Por la memoria de Nicolás Bravo, por amor a Puebla y a México: pensemos en grande”, concluyó.