Los líderes de Rusia, Vladimir Putin, y China, Xi Jinping, se reunieron esta semana para consolidar su cooperación estratégica en áreas clave como economía, energía y defensa, en un contexto marcado por tensiones internacionales y sanciones económicas.
Durante el encuentro, se acordó ampliar los intercambios comerciales, avanzar en proyectos conjuntos de infraestructura y reforzar la coordinación militar, con el objetivo de garantizar la seguridad regional y proyectar estabilidad frente a presiones externas. Ambas naciones destacaron la importancia de un enfoque multilateral en la solución de conflictos y la defensa de la soberanía nacional.
El diálogo, calificado por analistas como un paso hacia un eje más sólido en la geopolítica global, subraya la intención de Moscú y Pekín de mantener una relación cercana y pragmática, con acuerdos que incluyen suministro energético, inversión tecnológica y cooperación en innovación.