Las intensas lluvias e inundaciones registradas recientemente en Texas provocaron un fenómeno tan inesperado como fascinante: el descubrimiento de huellas de dinosaurios que datan de más de 100 millones de años. El agua arrasó con capas de sedimento y lodo en el Parque Estatal Dinosaur Valley, revelando rastros fósiles que permanecían ocultos desde el período cretácico.
Expertos paleontólogos han confirmado que las pisadas pertenecen a diferentes especies, incluyendo grandes terópodos y saurópodos que habitaron la región en una época en que gran parte de lo que hoy es Norteamérica estaba cubierta por mares poco profundos. Este hallazgo no solo aporta información sobre el tamaño y comportamiento de estos animales, sino que también brinda una oportunidad única para estudiar las condiciones geológicas de aquella era.
Las autoridades del parque han anunciado medidas especiales para preservar las huellas y permitir que los visitantes puedan observarlas sin poner en riesgo su integridad. Mientras tanto, investigadores continúan documentando el sitio con tecnología de escaneo 3D, para garantizar que este descubrimiento perdure como testimonio del remoto pasado de la Tierra.